Litio: 4 países liderarán el mercado

Producción. Hasta 2030 concentrarán el 80% de la producción del mineral.

Argentina, Bolivia, Chile y Perú concentrarán el 80% de la producción mundial de litio hasta 2030. Estos países de Sudamérica se convertirán en los mayores proveedores del mineral estratégico a las grandes multinacionales de Asia, Europa y EEUU.
Se trata de una de las conclusiones a la que arribó el conversatorio "La gobernanza del litio en los países andinos", en el cual se analizó la dinámica de la producción del recurso, su distribución geográfica y perspectivas de la demanda mundial de productos derivados como baterías.
En el evento, el analista y experto en temas de litio Óscar Vargas precisó que la producción de la región, este año, representará el 32% de lo que produzca el mundo. No obstante, se prevé que para 2030 esta actividad llegue al 80%.
"Bolivia no ha entrado todavía en la producción de carbonato de litio a escala industrial, pero se estima que toda la región (Argentina, Bolivia, Chile y Perú) va a producir el 80% de la producción mundial para 2030", dijo, citando datos del Servicio de Prospección Geológica de los Estados Unidos (USGS por su sigla en inglés).
COMPLEJO.
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RECURSOS
Según Vargas, existen dos fuentes principales para la obtención de este mineral a escala industrial: la primera son pegmatitas, rocas ricas en litio, que representan el 26% de los recursos mundiales identificados. No obstante, los salares aportan con el 58%.
La roca es explotada en Australia, constituyéndose en el principal productor de litio a nivel mundial. Le siguen China y Brasil, con yacimientos de menor tamaño; lo propio en Perú, en la región andina. Además, en Alemania y México, con reservas de litio de origen de arcilla y rocas sedimentarias, dijo el experto.
En el caso de los salares, el recurso se encuentra en la región andina, como Argentina, Bolivia y Chile. Asimismo, en China, Estados Unidos "y nada más", sostuvo Vargas en el conversatorio.
En el caso de Bolivia, "a partir de una reestimación de sus recursos, publicada en 2019, logró mantener estable su participación en 21 millones de toneladas, según USGS. En tanto, Argentina es el país con condiciones más abiertas, con seguridad jurídica para explotar los salares e instalar nuevas explotaciones. Y tenemos los sistemas normativos de Chile y Bolivia que plantean esquemas más nacionales", expuso Vargas.
Agregó que Chile es el mayor productor del mundo, con casi el 45%; mientras que Argentina sigue "escalando" y para este año ha invertido $us 6.000 millones en 20 proyectos que tiene en curso.
Chile y Argentina son productores de carbonatos de litio a escala industrial desde la década del 90, por lo tanto, hace más de 30 años que están produciendo litio, y el primer país ha sido un jugador de peso en el mercado mundial, con el 38% de la producción total. Mientras que Argentina tiene una participación inferior, que ha alcanzando el 15%. De manera conjunta, los dos países representan el 47% de la producción mundial, entre 1998 y 2016.
PRODUCTOS.
Una de las debilidades en la producción de litio son los períodos largos de tiempo que "exige la puesta en marcha del proceso de explotación en salar. En muchos casos, se requieren 10 años para exploración, pruebas piloto, construcción de pozos y piscinas, plantas de procesamiento y calibración para obtener el carbonato de litio", según la evaluación del experto Vargas.
Sin embargo, una vez implementado un complejo industrial de litio, como en el caso de Bolivia, las perspectivas comerciales se abren conforme al uso y demanda de los derivados del recurso, como las baterías.
"Durante la última década, el uso del litio creció para producir baterías de litio ion, por la expansión de los vehículos eléctricos, sobre todo. En 2017, las baterías de litio representaron el 46% del uso del litio (en el mundo) y las estimaciones indican que para 2026 el 80% del litio se usará exclusivamente para producir baterías y se prevé que la demanda del litio en 2025 será 3,5 veces más".
Es decir, se triplicará la demanda mundial, convirtiéndose en el material esencial en la transición de las economías basadas en combustibles fósiles hacia otra en función de las energías renovables, concluyó el experto.