Indignan, pero no deberían sorprendernos las decisiones de algunos jueces que, en la últimas horas,
"corrigieron errores de procedimiento" para dejar sin efecto mandamientos de aprehensión en contra de varios exministros, como lo hicieron días antes con Evo Morales.
Es inútil preguntarse por qué no se "corrigieron" antes, durante 11 meses, esos supuestos errores
procedimentales y se lo hace recién después del triunfo electoral masista del 18 de octubre. Es que la
justicia está casi siempre de rodillas ante el poder político.
La dependencia y subordinación de los jueces es absoluta y aberrante, y no es de hoy. Se dió durante el gobierno transitorio de la Sra. Añez; se agigantó como mecanismo de dominación durante los 14 años del masismo; fue la deuda permanente de todos los gobiernos constitucionales desde 1982, y es un problema irresuelto desde la misma fundación de la República.
¿Mal de siempre y de todos, consuelo de tontos?
De ninguna manera; al contrario, la miseria institucional de la administración de justicia y de sus operadores no podemos tolerarla más y debemos ponerla en los
primeros lugares de la agenda pública pendiente, no solo para exigirla al nuevo gobierno y a todos los que vengan, sino para convertirla en causa permanente de la lucha democrática.
Juan Del Granado
La "Justicia" que Indigna
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