Papa Francisco se suma al pedido de vacunas para todos y de que se renegocie la deuda externa de los países más necesitados


El Papa Francisco se sumó al pedido de que las vacunas contra el COVID-19 sean para todos y que su distribución sea equitativa tomando en cuenta que los inmunizantes deberían ser considerados un "bien común universal". Además, propuso la renegociación de la deuda externa de los países más necesitados.

A través de una carta dirigida a los participantes de la XXVII Cumbre Iberoamericana, el Papa reconoció los esfuerzos en la búsqueda de una vacuna efectiva para el COVID-19 en tan breve tiempo y expresó que la inmunización extensiva debería ser considerada como un "bien común universal", una noción que requiere acciones concretas que inspiren todo el proceso de investigación, producción y distribución de las vacunas.

Añadió que son "particularmente bienvenidas las iniciativas que buscan crear nuevas formas de solidaridad a nivel internacional, con mecanismos dirigidos a garantizar una distribución equitativa de las vacunas, no basada en criterios puramente económicos, sino teniendo en cuenta las necesidades de todos, especialmente de los más vulnerables y necesitados", según la carta dirigida a Rebeca Grynspan Mayufis, Secretaria General Iberoamericana, y difundida en el portal vatican news.

"Debemos unir esfuerzos para crear un nuevo horizonte de expectativas donde el beneficio económico no sea el objetivo principal, sino la tutela de la vida humana. En este sentido, es urgente considerar un modelo de recuperación capaz de generar soluciones nuevas más inclusivas y sostenibles, dirigidas al bien común universal, realizando la promesa de Dios para todos los hombres", escribió Francisco.

El Pontífice también se pronunció a favor de la renegociación de la deuda externa de los países más necesitados.

"La necesidad de reformar la 'arquitectura' internacional de la deuda, como parte integrante de nuestra respuesta común a la pandemia, pues la renegociación de la carga de deuda de los Países más necesitados es un gesto que ayudará a los pueblos a desarrollarse, a tener acceso a las vacunas, a la salud, a la educación y al empleo. Tal gesto debe ir acompañado por la puesta en práctica de sólidas políticas económicas y por una buena administración que llegue a los más pobres", manifestó en su misiva.

Destacó la urgencia de "tomar medidas que permitan el acceso a una financiación externa, a través de una nueva emisión de Derechos Especiales de Giro, llamando a una mayor solidaridad entre los Países, que consienta que los fondos sean destinados para impulsar y alentar el desarrollo económico y productivo, con el fin de que todos puedan salir de la actual situación con las mejores posibilidades de recuperación".

Hizo hincapié en que nada de esto será posible "sin una férrea voluntad política que tenga la valentía de decidir cambiar las cosas, principalmente las prioridades, para que no sean los pobres los que paguen el costo más alto de estos dramas que están golpeando a nuestra familia humana", indica el portal digital vatican news.