El Gobierno boliviano reafirma la estabilidad y el progreso económico del país, a pesar de los intentos de ciertos actores políticos por generar incertidumbre. En el marco de la evaluación periódica realizada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), se destaca que Bolivia recibe visitas anuales de rutina como miembro del organismo, sin embargo, no tiene ninguna obligación financiera con el mismo, siendo el único país en esta situación. Actualmente, el país está en proceso de evaluación tras la última visita anual del FMI. La economía boliviana muestra resiliencia con un crecimiento del 3,1% en 2023, impulsado por la demanda interna, situándola como la segunda tasa más alta en América del Sur. Además, la estabilidad de los precios se confirma con una inflación acumulada del 1,3% hasta abril de 2024, la más baja en la región.
El Gobierno nacional reafirma su compromiso con la estabilidad y el progreso económico de Bolivia, a pesar de los intentos de actores políticos por generar incertidumbre y desconfianza en la población.
En el contexto de la evaluación periódica llevada a cabo por el Fondo Monetario Internacional (FMI), es importante resaltar que Bolivia, en calidad de miembro de este organismo internacional, recibe visitas anuales de rutina. No obstante, es crucial señalar que Bolivia no está sujeta a ninguna obligación financiera con el FMI, siendo el único país en esta posición. Actualmente, el país está en proceso de evaluación tras la última visita anual del FMI, y los resultados de esta misión se divulgarán oportunamente una vez concluidas las revisiones correspondientes. Es lamentable y desafortunado que políticos malintencionados intenten sembrar dudas sobre los logros del país en un entorno de crecimiento económico respaldado por indicadores reales y verificables por cualquier institución internacional.
A pesar de un entorno internacional desfavorable y los esfuerzos internos de algunos sectores por generar inestabilidad económica, el Gobierno continúa implementando políticas destinadas a preservar la estabilidad económica y social en beneficio de todos los bolivianos.
Los resultados son evidentes: la economía boliviana muestra resiliencia, con un crecimiento económico positivo del 3,1% en 2023, impulsado por la demanda interna, lo que la posiciona con la segunda tasa más alta en América del Sur.
El crecimiento económico de Bolivia ha dado un paso al frente, registrando un robusto 3,1% en el año 2023. Este avance ha catapultado al país como una de las economías de mayor crecimiento en la región, solo superada por Paraguay, que logró un impresionante 4,7% en el mismo período.
Este crecimiento no solo ha sido un número en papel, sino que ha tenido un impacto tangible en las finanzas del país. La expansión del Producto Interno Bruto (PIB) nominal a $us 45.460 millones ha sido un hito histórico para Bolivia, reflejando el dinamismo de su economía. Este indicador, que representa el valor monetario de la producción de bienes y servicios de demanda final, ha demostrado una mejora sustancial en comparación con años anteriores.
Un aspecto particularmente destacable es el indicador de solvencia de la economía, que mide la relación entre el saldo de la deuda pública externa y el PIB. Al primer trimestre del año en curso, este indicador ha disminuido del 33% registrado a diciembre de 2020 al 26,9%. ¿Qué significa esto? Significa que Bolivia ha fortalecido su capacidad de endeudamiento, gracias al crecimiento económico experimentado.
Esta mejora en la capacidad de endeudamiento ha sido fundamental para cumplir con las obligaciones financieras del país. En los primeros cuatro meses del año, Bolivia realizó el desembolso de $us 580 millones, lo que representa el 40% de lo que se espera pagar en el transcurso del año. Este logro es un reflejo del compromiso del país con su estabilidad financiera y su reputación crediticia en los mercados internacionales.
En cuanto a los acreedores, el Banco Central de Bolivia (BCB) informó que la deuda pública externa al 31 de marzo de 2024 refleja una distribución diversificada. Los préstamos multilaterales, bilaterales y privados representan el 86,2% del total, con destacadas participaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con el 32,1%, el Banco de Desarrollo de América Latina – CAF con el 20,7%, el Banco Mundial con el 11,6%, y la República Popular de China con el 9,8%. Además, un 13,8% corresponde a títulos de deuda, emitidos a través de bonos soberanos.
Sumado a esto la estabilidad de los precios también se confirma, con una inflación acumulada del 1,3% hasta abril de 2024, la más baja en la región. Además, se destacan mejoras en el mercado laboral y un sólido desempeño del sistema financiero, reflejando el compromiso del Gobierno de abordar los desafíos y garantizar la estabilidad macroeconómica para alcanzar los objetivos de desarrollo del país.
Respecto a la misión del artículo IV del Fondo Monetario Internacional (FMI), se subraya que Bolivia es miembro de este organismo internacional y, como tal, recibe visitas anuales de rutina. Sin embargo, es importante destacar que Bolivia no tiene ninguna obligación con el FMI, siendo el único país en esta situación.
Actualmente, el país se encuentra en proceso de evaluación tras la última visita anual del FMI, y los resultados de esta misión se publicarán oportunamente una vez concluidas las revisiones correspondientes.
El Gobierno boliviano reafirma su compromiso con la transparencia, la estabilidad económica y el bienestar de todos los ciudadanos, enfrentando cualquier intento de desestabilización con firmeza y confianza en el rumbo económico del país.
Estabilidad económica de Bolivia destaca como referente en crecimiento en la región sin dependencia del FMI
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