Y el Oscar a la mejor película es para…


En Bolivia, la gala podrá verse, desde las 20.00, por la señal de cable de TNT. En esta nota ofrecemos una revisión crítica de las 10 candidatas a la estatuilla más codiciada.
AMERICAN FICTION El debutante Cord Jefferson adapta una novela de Percival Everett para denunciar, con humor ácido e irreverente, el abuso comercial del estereotipo de la cultura afroamericana. Su protagonista (Jeffrey Wright) es un autor frustrado que, movido por el hartazgo ante el éxito ajeno por libros que explotan la violencia romantizada de los negros, escribe con seudónimo una novela que sigue la fórmula literaria que aborrece. Sin embargo, el éxito del libro lo sorprende y se ve obligado a seguir el juego con imprevisibles efectos. Con pocas chances de llevarse algún premio, "American Fiction" es una película que cumple dos funciones en los Oscar 2024: reconocer su éxito de público en el (cada vez más influente para la temporada de premios) Festival de Toronto y honrar la política de inclusión de la Academia para con los afroamericanos, aun tratándose de una (auto)parodia.
ANATOMÍA DE UNA CAÍDA La gran ganadora del Festival de Cannes de 2023 es la película que le "robó" la candidatura a mejor dirección a Greta Gerwig por su complaciente "Barbie". Digo "robó" porque la directora de este largo francés, Justine Triet, es la cuota femenina del quinteto finalista. Algo parecido podría decirse de su protagonista, la alemana Sandra Hüller, que compite por el Oscar a mejor actriz principal, a diferencia de Margot Robbie, la muñeca hecha carne. Comparaciones aparte, "Anatomía de una caída" es un filme de grandísima estatura, que habla también de la lucha de género, pero desde un lugar más inteligente y complejo que otras de las candidatas al Oscar. Su audacia va más allá, al proponer una deconstrucción del drama legal, un subgénero mainstream al que pone en el banquillo de acusados para enrostrarle sus triquiñuelas e insuficiencias para vender la "verdad".
BARBIE ¿Es posible tomarse en serio "Barbie"? La cinta coescrita y dirigida por Greta Gerwig, y protagonizada por Margot Robbie y Ryan Gosling, ha llegado a los Oscar precedida de una agitada controversia por su exclusión en algunas de las categorías más serias de la premiación. Su presencia en la categoría a mejor película es un reconocimiento a su jugoso rendimiento de taquilla: 1.441 millones de dólares, la mayor recaudación en 2023. Fuera de las dos nominaciones para sus actores de reparto (Ryan Gosling y América Ferrera), el Oscar más "serio" al que aspira es el de mejor guion adaptado, por el trabajo de Gerwig y su pareja, Noah Baumbach, ambos cineastas muy respetados en la escena "indie" hollywoodense. Por lo demás, acaso el mayor "mérito" de esta producción –basada en la muñeca de Mattel– sea el haber dado con la fórmula perfecta para transformar el feminismo en un taquillazo.
LOS ASESINOS DE LA LUNA Es probable que la más reciente película de Martin Scorsese sea la más importante de las que compiten por el Oscar. Y, sin embargo, tiene poquísimas chances de llevarse alguno de los 10 premios a los que fue nominada. La única categoría en la que podría imponerse es mejor actriz, en virtud al papel de Lily Gladstone. No importa, la presencia de "Los asesinos de la luna" tiene el poder de elevar el nivel de la competencia en todas las especialidades donde es finalista. Su titánica puesta en escena es un doble ajuste de cuentas: por un lado, con la historia oculta de los blancos americanos que exterminaron a los indígenas Osage para saquear sus tierras con petróleo y, por otro, con el propio cine, en tanto medio cómplice para el ocultamiento del exterminio cultural en nombre del capital. Una obra de enorme valor y valentía, propia de un cineasta magnánimo.
LOS QUE SE QUEDAN La de Alexander Payne debe ser la película más atípica de las 10 que buscan el Oscar más codiciado de la entrega de esta noche. No es una producción de presupuesto desbocado ni de gran rentabilidad taquillera. Tampoco se ocupa de los fetiches temáticos en boga, asociados a los activismos. "Los que se quedan" es un filme que, a decir de su propio director, intenta evocar al cine hollywoodense de los años 70, ese que se dio a la tarea de traducir el malestar político y cultural de la época en filmes de apariencia inofensiva y de afilada humanidad. Su relato, en el que convergen un profesor, un estudiante y una cocinera en un colegio de élite durante unas vacaciones de Navidad, es el de tres perdedores que intentan disimular su soledad mientras buscan, sin mucha convicción, una segunda oportunidad. Un nuevo clásico navideño que nadie esperaba, pero se agradece con emoción.
MAESTRO El segundo largometraje dirigido por Bradley Cooper es un típico rito de pasaje en Hollywood: una ambiciosa producción dedicada a revisitar una figura histórica de la cultura estadounidense. Es el proyecto elegido por el también actor para que la industria lo vea como algo más que una cara bonita. El foco de esta biopic es Leonard Bernstein, uno de los compositores más apreciados de la música estadounidense y uno de los directores de orquesta más populares del siglo XX. Su algo atormentada vida, jalonada por una carrera musical vertiginosa y una travesía sentimental-sexual conflictiva, cobra la forma de una película biográfica correcta, sin mayor arrojo ni estridencias, que se presta para el lucimiento de sus dos protagonistas, Cooper y Carey Mulligan, que son sus mejores baluartes.
OPPENHEIMER Es la favorita para llevarse el Oscar a mejor película y otras varias estatuillas de peso (director, actor, actor secundario…). Todas las señales apuntan a que Christopher Nolan será finalmente consagrado por la Academia: la suya fue una de las producciones más taquilleras de 2023 (la mitad masculina del monstruo "Barbenheimer"), ha arrasado con todos los premios previos que funcionan como indicadores para la noche oscarística y, por último y no menos importante, ofrece una disección benevolente de uno de los episodios más ignominiosos de la historia política estadounidense y mundial. Abocada a reconstruir el invento de la bomba atómica de la mano de su padre, Robert Oppenheimer, la cinta es la enésima tentativa de Hollywood por romantizar la devastación nuclear de sobre Hiroshima y Nagasaki. Tiene "todo" para ganar: grandes actuaciones, alta factura técnica y una historia "real" a la medida del relato oficial de los vencedores de siempre.
POBRES CRIATURAS La más barroca de las producciones aspirantes al Oscar es una hechura del cineasta griego Yorgos Lanthimos. Se estrenó con el León de Oro del Festival de Cine de Venecia y, desde entonces, no ha hecho más que sumar defensores a ultranza y unos pocos detractores intimidados. Adaptación de la novela de Alasdair Gray, "Pobres criaturas" es una película que se presenta como el reverso feminista de Frankenstein y se prodiga en una celebración hilarante de la emancipación femenina. Su protagonista, Bella Baxter (una Emma Stone en estado de gracia), es una mujer literalmente fabricada por su padre inventor. Una "pobre criatura" que de a poco va tomando posesión de su cuerpo y de su mente, a medida que descubre el sexo y abdica de los mandatos masculinos.
VIDAS PASADAS Se supone que "Vidas pasadas" es la gran apuesta del cine independiente para los Oscar 2024. Ignoro por qué. Sí es una película modesta, de bajo presupuesto y con actores poco conocidos, que narra una historia sencilla y tierna: la saga de encuentros-desencuentros-rencuentros de sus dos protagonistas, ambos surcoreanos, ella migrante en EEUU, él instalado en su país natal. Lo que no termino de entender es la fascinación que ha despertado el primer largo de Celine Song, en cuya vida personal se inspira el argumento. Su presencia en la temporada de premios de Hollywood es un capricho, pero no del todo. Bien vista reúne algunas de las condiciones más apreciadas de estos días en la industria del cine: una mujer directora, perteneciente a una "minoría" (la asiática), adaptada al sistema, con una película hablada en más de un idioma.
ZONA DE INTERÉS Diez años se demoró Jonathan Glazer en volver a estrenar un largometraje. Si el anterior, "Under the Skin", ya había seducido a la crítica, el más reciente, "Zona de interés", no ha hecho más que consagrarlo en la escena cinematográfica autoral. Basado libremente en el libro homónimo de Martin Amis, el filme confirma la vocación de incomodar del cineasta británico: cuenta el día a día de la familia del comandante del campo de concentración de Auschwitz, cuyos integrantes pasan unas vacaciones de ensueño en su casa con jardín y piscina, mientras al otro lado de su muro se perpetra uno de los genocidios más atroces de la historia. Glazer pone en escena la renuncia al acto de mirar, ese gesto que permitió la naturalización de un horror impensable, y recurre al sonido de lo que no se ve ni se quiere ver, en una de las películas más estridentes que se hayan filmado sobre el Holocausto.